Un vecino la vio alojándose en unas cabañas en construcción, cerca de la costanera, y dio aviso a la Policía. La mujer, de 38 años y con dos hijos, estaba desaparecida desde el lunes 7, cuando salió de su casa en Capital.
Después de casi tres semanas de búsqueda, incertidumbre y angustia, Betiana Solange Rossi apareció sana y salva este sábado en cercanías del puerto de Escobar. Un vecino informó que la mujer se había alojado la noche anterior en un emprendimiento de cabañas que está en construcción.
La Policía Bonaerense confirmó este sábado a la mañana la aparición con vida de Betiana Rossi. La mujer, 38 años y con tres hijos, era buscada desde el pasado lunes 7, cuando salió de su casa en el barrio porteño de Villa Real y se perdió su rastro.
Pocos días atrás se habían encontrado sus pertenencias en una zona cercana a la estación ferroviaria de Sáenz Peña, en el partido bonaerense de Tres de Febrero, donde fue hallada su riñonera con el DNI, la tarjeta SUBE y una botella de alcohol de quemar.
Ese último elemento había llamado la atención de los investigadores de la Policía de la Ciudad que estaban a cargo de la búsqueda, ya que la última imagen que se pudo obtener de la mujer en su trayecto de ese lunes 7 la mostraba en un supermercado chino, donde compró esa botella de alcohol de quemar. Se había llegado a ese descampado al rastrillar la zona en la que su celular había impactado en las antenas de telefonía.
“Después de cruzar información con una antena telefónica y de hacer un rastrillaje, la División Búsqueda de Personas de la Policía de la Ciudad encontró una riñonera en un descampado ferroviario. Adentro había un iPhone, el DNI de la mujer desaparecida, dos tarjetas SUBE, una botellita de alcohol y llaves”, explicaron en ese momento fuentes policiales.
El lugar del refugio
Finalmente fue encontrada luego que la Policía Bonaerense recibiese anoche la llamada de un vecino, que informó sobre la presencia de una mujer que se refugiaba en una cabaña en construcción en el camino isleño, cerca de la costanera. Trascendió que quien hizo el llamado podría recibir la recompensa de $1.500.000 que ofreció el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Hasta el momento no trascendió el motivo que llevó a Rossi a dejar su casa. Fuentes de la investigación aseguran que la mujer no se resistió y solo dijo que “quería estar sola” y que “no quería ver a nadie”.
Quienes estuvieron al tanto de los pormenores de la búsqueda explicaron que, con el avance de la investigación, se esclareció que en realidad Betiana no renunció a su trabajo, como habían informado sus familiares, si no que la echaron de la entidad bancaria en la que trabajaba. Por ello, la Justicia porteña trabajaba en varias líneas de investigación, que ahora serán corroboradas con ella, luego de que pase por todos los estudios de rigor, tanto clínicos como psicológicos, explicaron fuentes judiciales.
Fuente: El Día de Escobar