Asistir a un campamento es una forma muy divertida de disfrutar de compañerismo, deporte y cultura.

Las primeras etapas de la vida son las más importantes para el desarrollo de una persona. Niños y jóvenes aprenden a tratar con los demás, establecer relaciones y definir sus objetivos. Esto, unido al hecho de que los padres no tienen tantas vacaciones como sus hijos hace que se necesiten planes como llevarlos a un campamento. Precisamente de estos queremos hablar, analizando lo que aporta a los jóvenes según sus gustos y preferencias.

Qué aporta un campamento

La idea de un campamento suele estar unida a la de un espacio al aire libre en el que lo único que se hace es jugar y realizar actividades. Más o menos como una guardería para quienes ya no tienen edad de estar allí. En realidad, es bastante distinto a esto, ya que un campamento es un recurso educativo muy interesante, que ayuda a fortalecer algunas de las cosas que se aprenden en colegios e institutos.

El campamento es ventajoso a nivel físico, ya que la mayoría de ellos son muy similares a una academia de deportes, En determinadas actividades se trabajan la coordinación, la resistencia, la fuerza o la velocidad, con lo que es un modo muy eficaz de cultivar el cuerpo.

También hay tiempo para el desarrollo intelectual, así como acciones de tipo solidario y amigable con el medio ambiente. Junto a la posibilidad de que en estos haya jóvenes procedentes de distintos países y culturas, se aprende a vivir respetando a todo el mundo, hacer amigos y mejorando la autoestima.

En alguna ocasión, los jóvenes tendrán que dormir en un saco al aire libre, montar una tienda o salir a remar. En otras, también tendrán que hablar en público o tener una conversación en otro idioma, exponer una idea de forma respetuosa sin ofender a los demás o saber manejar un malentendido. Todo sin poder recurrir a la protección de sus padres, de modo que necesitarán pensar por sí mismos.

Cómo elegir el campamento

Antes de dar el paso de llevar a un adolescente a un campamento, es fundamental que no se use como un castigo. Si amenazamos con mandarlos cuando sacan malas notas o porque no hacen las cosas que se les piden, el efecto no será precisamente positivo. Tampoco hay que irse al otro extremo, como si fuera un premio especial. La idea debe ser la de plantearlo como un medio para crear experiencias, aprender pasándolo bien.

Por eso, lo mejor es elegir el campamento en función de cuáles son los gustos, la edad y las necesidades específicas que puede tener. Si lo que necesita es aprender inglés, habrá que encontrar un campamento en el que una de las actividades esté relacionada con este idioma. Lo mismo se puede decir de desarrollar algún talento musical, mejorar en deportes, etc.

IMG Academy, un campamento deportivo de primer nivel

Uno de los mejores campamentos juveniles es IMG Academy, donde se puede practicar y mejorar en un buen número de deportes, además de perfeccionar el inglés. De la mano de entrenadores y monitores certificados, que se preocupan no solo por ayudar a los jóvenes a mejorar, sino también a mejorar ellos mismos en sus técnicas y funciones.

Dentro de un entorno en el que se apuesta por la variedad de culturas y el trato cordial entre todos los asistentes, se puede disfrutar de todos los beneficios que ofrece un campamento. Una idea sensacional de que los jóvenes vivan experiencias y creen recuerdos que les ayudarán a lo largo de su vida, a medida que van avanzando en su desarrollo como adultos.