Un reciente estudio publicado en Nature Energy ha revelado que las redes eléctricas con alta penetración de energías renovables, como la solar y la eólica, tienden a experimentar apagones de menor intensidad en comparación con aquellas que dependen de combustibles fósiles.
Este hallazgo resulta especialmente relevante en países como Irlanda, que avanzan hacia redes eléctricas abastecidas mayoritariamente por fuentes renovables dependientes del clima (WD-RES, por sus siglas en inglés).
Energías renovables y su efecto en la vulnerabilidad de las redes eléctricas
El estudio, liderado por el profesor Jin Zhao de la Escuela de Ingeniería de Trinity College, analizó datos de apagones en Estados Unidos entre 2001 y 2020, encontrando que los sistemas eléctricos con mayor uso de WD-RES no son más vulnerables a los apagones y, cuando estos ocurren, tienden a afectar a menos usuarios y con menor duración.
Esto refuerza la idea de que las energías renovables, lejos de representar un riesgo adicional, pueden contribuir a la resiliencia de las redes.
El profesor Zhao explicó que, aunque la disponibilidad de fuentes como la eólica y la solar depende del clima, “las WD-RES no son las principales responsables de los apagones durante eventos climáticos extremos”.
A medida que la penetración de estas fuentes aumenta, resulta vital mejorar la comprensión de su impacto en la estabilidad de los sistemas eléctricos y su rol en la reducción de emisiones de carbono.
Hallazgos clave del estudio: apagones de menor intensidad en redes renovables
La investigación destaca que una red eléctrica con alta penetración de energías renovables puede responder mejor ante condiciones climáticas adversas.
Los resultados muestran que, si bien el clima extremo aumenta la probabilidad de apagones, los sistemas renovables no experimentan una mayor vulnerabilidad y presentan menos usuarios afectados, menor pérdida de demanda y una reducción en la duración de los apagones.
Estos hallazgos son alentadores para Irlanda y otras naciones que buscan optimizar sus redes con energías limpias.
Para cumplir con los objetivos climáticos de Irlanda, que espera abastecerse en un 70% de fuentes renovables para 2030, los investigadores han asegurado fondos para adaptar estas conclusiones a su sistema insular, que presenta desafíos adicionales de estabilidad por su falta de interconexión con redes continentales.
Con el crecimiento de las WD-RES, los sistemas eléctricos requieren optimización para maximizar sus beneficios y reducir riesgos. Entre las soluciones, destacan el almacenamiento de energía, las baterías de gran capacidad y las tecnologías de gestión inteligente de redes, que permiten una mejor regulación y respuesta a las fluctuaciones de generación.
En sistemas insulares como el de Irlanda, la inversión en estas infraestructuras resulta esencial para garantizar la estabilidad de la red y aprovechar al máximo las energías renovables.
Este estudio ofrece una perspectiva optimista al indicar que las energías renovables no solo son una alternativa limpia, sino que también pueden fortalecer la resiliencia de las redes, minimizando la intensidad de los apagones y contribuyendo a un suministro eléctrico más fiable y sostenible.