Entre ansias y necesidad de acondicionar la sonrisa, si no lo hicimos de chicos, sabemos que unas piezas dentales alineadas suben la autoestima, y más, son la solución a muchas molestias de la boca en encías, caries y movimiento de mandíbula, por eso también se habla de salud. Pero, lo cierto es que no todos pudieron hacerlo a edades tempranas, por eso, para ellos también hay solución. ¿lo sabías?
La ortodoncia en edad adulta, es, para los especialistas en esta técnica, una cuestión cada vez más recurrente, que en muchas mujeres y hombres que superan los 24 años y ya concluyen sus estudios o están trabajando.
Los hay clásicos, de los que nos ocuparemos hoy y de los más elegidos, brackets transparentes e invisibles, que revolucionan la estética dental haciendo casi imperceptible su uso, a otro valor y tiempo de colocado para ver las piezas acomodarse.
Por ejemplo: los brackets metálicos son efectivos, muy útiles a su propósito y económicos. Los transparentes son veloces, cumplidores y tienen un precio más elevado. Mientras que, los invisibles el proceso es más paulatino, altamente estéticos y tienen un costo alto.
Y es esto, precisamente, lo que más tira hacia la ortodoncia tradicional, que hay que decirlo, suele ser recomendada ante anomalías evidentes por mayor efectividad; no todos pueden hacer frente a los costos de un tratamiento de vanguardia, pero si precisan con prisa dar fin a años de mala dentadura, entonces, la apuesta por seguridad y precio se inclina hacia los más probados de todos los tiempos, que aunque más vistosos, no fallan.
Entonces, queda conocer sus virtudes:
Cuando los dientes están muy poco parejos, y eso ya causa trastornos en la mandíbula, o incluso faltan piezas, los metálicos son de los más manejables y los que brindan un antes y después claro, es decir, los efectos se notan. Aun cuando claro, no sea algo de hoy para mañana, se estima una duración media de por lo menos un año y ocho meses.
Gustos son gustos y necesidades también, por eso, no queremos decir que los brackets metálicos sean los únicos que pueden devolver la sonrisa buscada en el espejo, los más modernos, y menos notorios, también cumplen su cometido, pero es cierto, puede más allá del precio, no ser el ideal en muchos trastornos complejos de la boca. Ahí es cuando el clásico, y no tan querido, metálico, parece ser la solución ideal a años de postergación, y, su función central, la cumple.
Agradecemos a la Dra Alaya por brindarnos esta nota para nuestro portal.