En los últimos años, las empresas han tenido que optar por incluir un departamento de marketing digital en sus prácticas habituales, ya sea uniéndolo al marketing tradicional o conformando uno de forma independiente. Redes sociales, posicionamiento, sitios web, todas las estrategias relacionadas con lo digital ya son parte de un esquema empresarial, sin importar el tamaño de la empresa en cuestión.

También es cierto que, ante la novedad que significa el marketing digital, mucho de lo que se hace como planificación es nuevo: desde la teoría hasta la práctica todo implica estar bien actualizado. Ante esto, Internet es una gran fuente de información, hay mucho acerca de las mejores estrategias para marketing digital, cómo comenzar a armar un plan de marketing, qué herramientas se deben utilizar, pero, ¿sabemos aquello que hay que evitar?

En esta nota, junto a Javier Ibañez, consultor especializado en marketing digital, te contaremos todo lo que no se debe hacer al momento de planificar una campaña o estrategia.

¿Qué evitar en una estrategia de marketing digital?

1-    No confiar en el conocimiento

En ocasiones, las empresas buscan reducir costos contratando pasantes para ser jefes del área o hacer las cosas con los recursos que ya tienen. Es importante confiar en un experto para ese tipo de puestos, ya que no es rentable dejar proyectos de gran importancia en manos de alguien que no tiene ni el conocimiento ni la experiencia para hacerlo bien.

El marketing digital no es algo que cualquiera puede hacer, por más que parezca fácil, un verdadero experto sabrá reconocer las oportunidades y problemas de una estrategia. Sin lugar a dudas es siempre la mejor opción para manejar un equipo de trabajo. Es posible confiar en alguien más joven, pero en un puesto más abajo, dándole a un recién egresado la posibilidad de crecer, adquirir experiencia y ser jefe en un futuro. Es importante la osadía y el conocimiento de la juventud, ellos manejan el mundo digital de forma excelente porque crecieron con ese mundo, hay que incluirlos. Armar este tipo de equipos es saber combinar experiencia con conocimientos y las ganas de encontrar siempre nuevas tendencias.

2-    Trabajar sin un plan

En marketing, todo se trata de una estrategia. Un plan que sea la guía de cada acción pero, que a la vez, sea flexible y que pueda cambiar si no funciona. Delimitar un programa de acción es primordial,  ya que de lo contrario todo estará mal enfocado y no se podrán medir los resultados.

3-    No preocuparse por la imagen en Internet

Una de las características del mundo digital, es que el usuario tiene el poder  tanto de búsqueda como de opinión. Si una empresa no traslada su imagen a Internet, si no se preocupa por lo que muestra allí, hay algo que no funciona. Por ejemplo, si alguien tiene una tienda que vende ropa de último modelo, su sitio web debe estar diseñado de acuerdo a tendencias, si una agencia vende publicidad, sus redes sociales deben ser más que interesantes. Son detalles que realmente importan, especialmente para el consumidor.

4-    No preocuparse por la comunicación

Todo el contenido que una empresa haga para Internet es parte de su comunicación y es algo de lo que se debe ocupar. Hay que establecer una línea de cómo decir las cosas, que se relacione con la estrategia y la identidad de la empresa, “hablar siempre de lo mismo y de la misma forma” y plantear una línea editorial. El objetivo es uno: comunicar bien, correctamente y bajo una misma identidad. Sin esto, lo que se dirá en redes, en notas o en el sitio, no tendrá sentido.

5-    No organizar el equipo de trabajo

La base de una estrategia digital está en la relación de cada una de las acciones de las que depende, si el equipo encargado de llevarla adelante no tiene relación alguna, el objetivo final no se logrará. Es importante realizar reuniones periódicas para que todos apunten a lo mismo y entiendan cómo debería funcionar la estrategia en su totalidad.

6-    No definir un presupuesto

En comparación con el marketing tradicional, la publicidad digital suele ser más barata, lo que no significa que hay que gastar sin sentido. La definición de presupuesto es básica. Saber cuánto gastar y en qué medio hacerlo, y aquí es donde la estrategia también entra en juego, Si hay estrategia, hay objetivos que medir, al medir vemos qué canal es más conveniente, y allí es donde la mayoría del presupuesto debería ir.

En digital es todo cuestión de prueba y error, pero si se pueden evitar ciertas cuestiones que son básicas, no hay que dudar en hacerlo.